«Por el relieve de la tierra, sabemos enseguida que bajo ella duerme un niño. Pequeña la tumba y mínima la estela que la identifica…Hay un nombre primero, uno de esos nombres vietnamitas que por sí mismos, por lo que significan o por lo que sugieren y nos acercan, son como esos breves, deslumbrantes poemas de todo el Oriente, en los que con veinte palabras se reconstruye el mundo…Y al final, una línea que de pronto no se comprende: «Héroes de la Patria» o «Combatiente de Honor»».
Aquí no hay edad para los héroes. P.10
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